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Poetisa despiadada y descarada... La realidad supera la ficción, por lo que prefiero la realidad... Contradictoria, fiera gladiadora, sensible como un pétalo... con aroma a jazmín y asfalto... Loba de la estepa ciudadana... La felicidad es una sola y se disfruta de a sorbos... Condenada a la disección de la verdad en el quirófano de los sentimientos... Eso soy... no soy eso y soy más que eso... Soy una célula nutrida a cascotazos... que siempre renace en un colibrí iridiscente...

jueves, 16 de diciembre de 2010

“Águila sideral, viña de bruma.
Bastión perdido, cimitarra ciega.”

Pablo Neruda












Era invierno en el sur









BUENOS AIRES, UÑAS LIMPIAS



I



Ruidos alrededor
en silencio transito sobre toneladas de ruidos
en silencio soy quizá yo misma
sola y en silencio soy todavía más yo misma.


Tengo amapolas cosidas a las venas
tengo el recorte de un mapa pegado a la frente
de muchas idas y venidas
mucha arena regada con lluvia
y barro pegado a los zapatos.
Tantas botellas destapadas…




II




Tres veces por semana descargo mi basura
como cualquier correcto ciudadano









me baño, me saco la mugre debajo de las uñas
y me tiño las raíces del cabello una vez al mes.


No vaya a ser que se me vean las canas…



Tanta normalidad me asquea.


Me pongo cremas para las arrugas de la cara
no vaya a ser que se note el paso del tiempo
en mi mirada, en mi sonrisa…


Trato de mantenerme a raya con las calorías.


¡Tanta normalidad me asquea!






III



Prefiero atarme el cabello
con un par de escarabajos muertos
y destripar una cartera Louis Vuitton,
la primera que pase enfrente de mi vista.








Y también prefiero sentir la garganta seca de tanto tabaco,
¡Qué tanta salud!
Todos los que conozco se mueren por vivir sanamente
(en medio de tanta muerte y miseria…)


En medio de gente que grita
por una moneda en las veredas.



Yo fumo, bebo, como grasas
y no consigo un maldito novio


¡Será porque estoy excedida de peso!

¡Qué barbaridad!

¡Cómo me he atrevido a llevarme a la boca más de la cuenta!









En silencio transito sobre toneladas de ruido
la bondad ha quedado fuera de juego
arde infinito el último glaciar
decapitados están todos los santos.









Y esta ciudad llena de machos machistas
de travestidos y putos
putas
y amas de casa gritonas y sumisas
o mujeres que paren como escupiendo
hijitos entre la basura.






IV




Quiero volver a aquél bar de Zurich

y fumarme un buen caño
olvidarme de mí, del mundo,
de la oscuridad que avanza.

Sentirme en casa entre jordanos,
iraníes
o rastafaris.













No comprender lo que dicen
y que no haya problema por eso.
Que todo esté en orden…
(el lago en su lugar)

y que el valle siga siendo

esa hondonada calentita

entre dos gigantes tetas.





Y que sea verano
(no olvido esas flores multicolores.)



Y que sea verano
y poder olvidar la miseria, las guerras,
los secuestros…
fumarme un buen porro y
que esté todo bien.




V



No quiero ser esa niña bien
que se asea rigurosamente la mugre de las uñas.
O buscar una linda frase para armar un poema
como un anillo de perlas.





No hay perlas,

no tengo perlas.


Tengo a Buenos Aires,

tengo a Sudamérica.



La miseria y el diablo danzan cada noche en las esquinas,
tanta gente huele a cordero degollado, indiferente,
solamente tratan de proteger lo que les queda.





VI




Después de la masacre

después del saqueo.





El aire huele a duelo y temor,
aire con duelo y temor en Buenos Aires.








Es que tengo una antena especial
una segunda nariz, un tercer ojo.



No se olviden, llegué recién fresquita del Primer Mundo,
de esa hondonada calentita protegida por dos pechos.
De esa ciudad con taxis Mercedes Benz y trenes de lujo.

Allí nadie desparrama su miseria por las esquinas.







VII




Ya lo sé, los refugiados, los del África
y de Yugoslavia, los de todo el mundo…


Ya sé, pero ellos, bañaditos, calentitos

entre los dos pechos
o las dos montañas.


(Atención, no olvidar, dos tetas puritanas).








Y con sus pancitas llenas, a lo sumo buscando
esposa local, digamos pasaporte, digamos:
asegurarse la existencia.


¡Si me habrán ofrecido matrimonio!


Un pasaporte de estos como el mío despierta mucho amor.
Mis ojos negros y mi nuca despiertan mucho amor.




VIII




Y los Skin Heads, esos cabezarapadas
esos que dan miedo, dan rabia, dan…


Esos que queman refugios de asilados
en medio de la noche
cuando duermen los bebes de África.



Esos que niegan el Holocausto…











Volemos por favor a Buenos Aires
con Lufthansa, no recuerdo
qué número de vuelo

escala en Frankfurt y en San Paulo.





Y el aire de Buenos Aires duele
a veces hasta asfixia.


(Quiero poder fumarme un porro con un jordano,
con un iraní…)





El cielo de esta ciudad es un pozo lejano
un agujero cerrado.





Y yo fumo, sola, estos Marlboros asquerosos
y mis manos apestan, apesto yo toda.











Un policía me observa


masturbándose.




Y le tengo miedo
y muchas razones para tenerlo.







Buenos Aires, uñas limpias, Julio 2004.

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